Durante décadas, el centro comercial ha sido una parte integral de la cultura latinoamericana. Además de los centros comerciales que contienen todos los productos imaginables en una amplia gama de tiendas, también sirven como lugar para que personas de todas las clases sociales disfruten del entretenimiento y la comida. El comportamiento del consumidor latinoamericano ha cambiado y en esta oportunidad compartimos con ustedes algunos datos al respecto.
Los primeros centros comerciales de la región aparecieron durante la década de 1960 en Brasil y México, en respuesta a las demandas de las crecientes clases medias. El auge de los centros comerciales marcó un importante cambio en el comportamiento del consumidor latinoamericano, ya que la gente acudía a las instalaciones por la seguridad y la comodidad que ofrecían.
Desde entonces, todos los países de la región han sido testigos del crecimiento de los centros comerciales. Solo en 2015 se registraron 1555 centros comerciales en la región, y para entonces se estimaba que en los próximos 10 años se construirían unos 830 nuevos desarrollos.
Sin embargo, si bien es probable que los centros comerciales sigan prevaleciendo en los próximos años, en la región también se evidencia un cambio significativo en el comportamiento del consumidor en América Latina.
Ese cambio es el rápido aumento del comercio electrónico. A continuación, se ofrece una visión de este nuevo cambio en el comportamiento del consumidor latinoamericano.
Una nueva experiencia de compra
Entre los muchos cambios que ha provocado la pandemia de COVID-19 en América Latina, las diferencias en los hábitos de compra han sido enormes.
En medio del temor a la transmisión del virus durante las compras en persona, la gente buscó nuevas formas de realizar sus compras que implicaran el mínimo contacto posible con otros.
Las empresas y el sector de la venta tuvieron que adaptarse a la nueva modalidad de forma que se lograra el mínimo número de puntos de contacto con el comprador y, al mismo tiempo, encontrar la manera de ofrecer productos a precios competitivos.
Esta tendencia ha hecho que el comercio electrónico aumente rápidamente, ya que se encuentra en una curva ascendente gracias al rápido aumento de usuarios de teléfonos móviles en toda la región durante los últimos años. Sin embargo, la pandemia del COVID-19 tuvo un efecto multiplicador, impulsando la adopción del comercio electrónico a un período de aceleración sin precedentes.
En consecuencia, en 2020, América Latina se transformó en el mercado regional de comercio electrónico de más rápido crecimiento en todo el mundo, con un aumento de las ventas del 37% ese año hasta alcanzar los 85.000 millones de dólares.
Dos plataformas que experimentaron un crecimiento masivo en la región y contribuyeron en gran medida a esa tendencia fueron la plataforma de compras en línea MercadoLibre, con sede en Argentina, y el servicio de comida en línea Rappi, con sede en Colombia, mientras que los servicios de streaming también fueron importantes impulsores del crecimiento.
Contribuyeron a que América Latina superara a la región de Asia-Pacífico en términos de crecimiento anual, con un crecimiento particular en países como Argentina (+79%), Brasil (+35%) y México (+27%).
Las previsiones muestran que esta trayectoria de crecimiento continuará, y se espera que el número de compradores en línea en la región aumente de los 172 millones actuales a 435 millones en 2031. Por su parte, se espera que el gasto medio por consumidor se multiplique por 3,5 durante ese periodo.
Esto proporciona una abundancia de oportunidades para las empresas que quieran ampliar o empezar a vender sus productos y servicios en línea, configurando el comportamiento del consumidor latinoamericano de una nueva manera.
Los pagos electrónicos crecen naturalmente junto con el comercio electrónico
El aumento del comercio electrónico también ha provocado un crecimiento y una expansión sin precedentes en el mercado de los pagos electrónicos, con la aparición de nuevas plataformas en la región.
En 2019, el valor total de los pagos electrónicos en América Latina se estimó en 100.000 millones de dólares, una cifra que se espera que aumente en un 73% para 2025. Sin embargo, sólo el 55% de las personas de la región tiene acceso a una cuenta de servicios financieros o a un proveedor de dinero móvil, por lo que seguirán existiendo grandes oportunidades en América Latina.
Debido a la pandemia, este vacío comenzó a llenarse, y se estima que 13 millones de personas harán su primera transacción en línea en 2020.
Si bien este es un cambio importante y prometedor que trajo inclusión y acceso a mucha gente, todavía hay numerosas oportunidades que se pueden aprovechar, como los servicios de pago móvil que funcionan con suscripciones. En la actualidad, se calcula que unos 189 millones de personas en la región tienen una suscripción de este tipo.
Las estimaciones indican que el número de personas de la región que desean tener acceso a estos servicios, o a un monedero electrónico, seguirá creciendo en el futuro. Por lo tanto, el mercado de los pagos electrónicos en América Latina está preparado para un gran crecimiento.
Un ejemplo de éxito en el área de los pagos electrónicos es el Nubank de Brasil, un banco online que ha acaparado la atención internacional debido a su rápido y exponencial crecimiento.
Si bien Nubank es una de las estrellas más brillantes de la creciente constelación de tecnología financiera (fintech) de América Latina, muchos otros también han alcanzado el estatus de unicornio, y el sector sólo va a crecer aún más, impulsado por los crecientes centros de innovación que se encuentran en la región, muchos de los cuales han sido declarados “nuevos” Silicon Valleys.
Para los inversores, todo este crecimiento significa una cosa: grandes oportunidades.
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*Douwe Westerveld contribuyó a este artículo.